La correcta limpieza de los cristales de tu coche es indispensable para conseguir un aspecto reluciente y elegante en tu vehículo deportivo o familiar.
Sin embargo, no puedes tomar a la ligera esta actividad pues es posible que termines por dañar tus cristales o mancharlos de manera irremediable. Es por ello que colocamos a tu disposición los mejores consejos sobre cómo limpiar los cristales de manera rápida y eficiente.
Trucos de limpieza para cristales
Limpiar los cristales de un coche puede parecer una actividad simple y sin nada especial para tener en cuenta. Sin embargo, elegir el producto incorrecto, o aplicar mal alguno de ellos puede terminar por arruinar la estética de tu coche.
Pero si tomas en cuenta los siguientes consejos, estarás libre de problemas.
¿Qué tipo de suciedad hay en tus cristales?
Antes de empezar a limpiar tus cristales mira qué tipo de suciedad es la que hay en tu coche. No es lo mismo limpiar polvo y arena que manchas de huella o impactos de insectos.
Esto te ayudará a determinar el tipo de productos que necesitas para la limpieza de los cristales o el esfuerzo requerido para dejarlos relucientes.
Selecciona los productos correctos
La calidad y el tipo de productos que elijas para la limpieza de tus cristales son fundamentales para conseguir el éxito. Existen limpiadores de cristales con muy buen desempeño y que podrás encontrar en cualquier tienda cercana.
Sin embargo, algunos productos caseros ideales para limpiar cristales con eficiencia son:
- Vinagre.
- Agua y amoniaco en partes iguales
- Agua y jabón lavavajillas.
- Alcohol.
Todos estos productos, en la proporción adecuada pueden ayudarte a retirar las manchas y suciedad de los cristales de tu coche.
Retira los accesorios
Antes de realizar la limpieza de los cristales asegura que los accesorios del coche no sean un impedimento. Quita cualquier objeto que entorpezca la limpieza y levanta esos limpiaparabrisas cromados coche que tanto resaltan en tu modelo.
Limpieza exterior
Para la limpieza exterior puedes utilizar agua a presión y retirar el polvo o la arena de los cristales para no rayarlos. Luego aplica el solvente o el producto elegido para retirar las manchas.
Retira bien la humedad con un paño seco para que los cristales queden relucientes y sin señales del curso de agua.
Limpieza interna
La limpieza interna debe ser más cuidadosa que la externa pues no puedes apuntar un chorro de agua a los cristales. Por ello deberás trabajar con paños húmedos que contengan el detergente elegido. Después puedes pasar un paño humedecido solo con agua para retirar el detergente.
Finalmente pasa un paño seco para quitar todo rastro de humedad.
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